El shock es un síndrome derivado de un consumo insuficiente de oxígeno para las necesidades metabólicas celulares, bien por un déficit en su aporte por parte del aparato circulatorio o por una mala utilización celular, que, de persistir, lleva a un fracaso multiorgánico y a la muerte².
El shock se caracteriza por:
- Plurietiológico
- Instauración aguda
- Evolución rápida
- Requiere tratamiento inmediato
La manifestación clínica del shock es variable y depende de la etiología desencadenante y de la respuesta de muchos órganos. Suele manifestarse típicamente como una hipotensión arterial sistémica absoluta o relativa y con datos de disfunción orgánica terminal¹.
Cuando las extremidades están frías y pálidas = vasoconstricción periférica:
- Shock hipovolémico, cardiogénico y obstructivo
Cuando las extremidades están calientes y sonrosadas = vasodilatación periférica
- Shock distributivo y disociativo
Su clasificación se muestra en la siguiente infografía de forma esquemática y concisa.

Bibliografía
(1) E. P. Rivers. (2017). Estrategia de actuación en el paciente con shock . En Tratado de medicina interna. ExpertConsult(106, 672-681). España: Elsevier.
(2) F.J. Montero, J.M. Torres, J.A. Vega, J.M. Dueñas, V. Torres, R. Lucchini, L. Jiménez. (2015). Shock. En Medicina de urgencias y emergencias (16, 130-136). España: Elservier.
[Última actualización 7/08/2022]