Un reservorio subcutáneo implantado es un dispositivo metálico compuesto de silicona pinchable, dicha cámara está conectada a un catéter, el cual llega a vena yugular o subclavia.
Se inserta con técnica tunelizada que se sitúa por debajo del tejido celular subcutáneo, normalmente en el tórax.
PREPARAR EL MATERIAL:
- Mascarilla, guantes estériles y campo estéril.
- Antiséptico.
- Jeringa de 10 ml y aguja para cargar.
- Aguja Gripper o Huber.
- Suero fisiológico y heparina sódica.
- Apósito estéril transparente y gasas estériles.
TÉCNICA DE PUNCIÓN DEL RESERVORIO SUBCUTÁNEO O PORT-A-CATH®:
- Informar y preparar al paciente y lavado de manos.
- Desinfectar la zona con antiséptico (Clorhexidina alcohólica).
- Con la mano dominante, localizar e inmovilizar la cámara del reservorio y sujetarla entre el dedo índice y el pulgar de forma suave, pero firme, con el fin de que no se mueva.
- Purgar la alargadera con suero fisiológico o heparina sódica a concentración 20 UI/ml.
- Con la mano dominante, puncionar en el centro del reservorio siempre de forma vertical, fijando el reservorio entre los dedos y a presión constante, hasta notar el suelo de la cámara.
- Descamplar la alargadera y comprobar que refluye la sangre y desechar sangre y restos del antiguo sello.
- Administrar tratamiento intermitente, fluidoterapia continua, sellado/heparinización, extracción de sangre. Después de usar lavar con suero fisiológico o heparina según el protocolo de tu centro de trabajo.
- Desinfectar y colocar un apósito transparente.

Fuentes:
- Procedimiento de enfermería sobre cuidados y mantenimiento del Port-a-Cath del Servicio Andaluz de Salud.
- Catéter reservorio del Servicio de Salud del Principado de Asturias.
[Última actualización 17/02/2022]
